Tal como me dijo hace tiempo un gran profesional y mejor persona en Sancti Petri, los patrones se clasifican en cuatro grupos en función de su competencia y la consciencia que tienen ellos mismos de su competencia.
Sin entrar a valorar en si es bueno o malo, lo cierto es que el sistema de acceso a las titulaciones náuticas deportivas que actualmente existe en España facilita que una persona que se acaba de sacar el PER, por mencionar uno de ellos, pueda patronear un velero o una motora sin que necesariamente haya tocado un barco en su vida. Si tenemos en cuenta que las 16 horas de prácticas las compartió con un grupo en el que habría otros 5 o 6 futuros patrones, y que todavía está por encontrarse el profesor de prácticas que permite que el novato que hace las prácticas del PER saque o meta el barco escuela del atraque, resulta evidente que por el hecho de obtener un título que te faculta para patronear una embarcación no necesariamente se tienen las aptitudes para ello.
Ya tienes el PER y estás legalmente capacitado para alquilar un flamante velero de hasta 24 metros de eslora! ¿A qué esperas? Al mar!!! Así es como hemos empezado muchos, haciéndonos a la mar sin tener más experiencia que la que acredita un trozo de papel que se obtiene a base de memorizar conceptos que pocos volverán a utilizar en su vida. Pero, a quién le importa eso?
El primer grupo de patrones son los INCONSCIENTEMENTE INCOMPETENTES (II). Este grupo de patrones se podría enfrentar a cualquier eventualidad; huracanes, bucaneros, monstruos marinos... quién dijo miedo? Se acaban de comprar o alquilar un barco cómodo y resultón, adiós a las aglomeraciones de gente en las playas, ahora son los reyes del mar y tienen todo un nuevo mundo por descubrir. A por ello!
Con el paso de los días en el mar y a medida que van aumentando las millas navegadas el patrón II se da cuenta que no todo es paz y después gloria. Los que sienten verdadera pasión por el mar y la náutica se fijan en el entorno que les rodea al navegar. Así, un día ven a otro patrón realizar una maniobra que nunca se le había ocurrido y resulta que ha funcionado, otro día salta una alarma y el motor se calienta, o no arranca. El barco le garrea y está cerca de estamparse contra unas rocas, el viento le impide atracar en el amarre que quería... El número de días en el mar y el número de problemas que te encuentras son directamente proporcionales, y un buen día el patrón II se da cuenta de que no tiene ni idea. En ese momento de debilidad, cuando uno empieza a darse cuenta de todas las cosas que han ido mal en lo que debería haber sido un plácido día de navegación, ese patrón entra automáticamente en el segundo grupo de patrones, el de los CONSCIENTEMENTE INCOMPETENTES (CI).
Siguen apareciendo una gran cantidad de problemas. El molinete del ancla no funciona, de repente queremos navegar de noche y no funcionan las luces de navegación, las baterías se calientan en exceso, hemos salido de nuestra zona de confort y nos hemos ido a navegar por una zona llena de bajos que no conocíamos, no hemos mirado el parte y nos hemos chupado una buena zurra... la lista de experiencias va en aumento, y con ella la lista de lecciones aprendidas. Poco a poco el patrón que tiene acceso frecuente a uno o varios barcos empieza a atornillar y desatornillar cosas en rincones a los que nunca hubiese pensando que algún día accedería y que de hecho no sabía ni que existían, empieza a ver matices en el color de los grifos de fondo, se empieza a preocupar por la calidad de las cartas náuticas y busca diversas fuentes de partes meteorológicos y, sin que llegue a darse cuenta de ello, pasa al tercer grupo de patrones, el de los INCONSCIENTEMENTE COMPETENTES (IC).
Para los patrones IC la experiencia les ha demostrado que la lista de cosas que se pueden romper o las situaciones que se pueden torcer es larga. Y además parece no tener fin, ya que cada vez que se hacen a la mar aparece una nueva situación que deben afrontar. En cualquier caso, poco a poco se van dando cuenta que aunque es verdad que casi cada día hay algo nuevo, empieza a haber ciertas similitudes con experiencas pasadas y los problemas poco a poco se van agrupando por temáticas: navegación, motor, electrónica, fontanería, estructura, maniobras, seguridad, legislación y bur(r)ocracia... y llega el día en el que el patrón, aún siendo consciente de que siempre se va a enfrentar a nuevas situaciones y desafíos, tiene el conocimiento suficiente para enfrentarse a todos ellos con grandes posibilidades de salir airoso. En ese momento entramos en el cuarto grupo de patrones, el de CONSCIENTEMENTE COMPETENTES (CC).
¿Y tú? ¿En qué grupo estás?
De un lado todo es verdad. De otro lado, no solo en Espana el sistema de titulación por navegación falta mucho en contexto de practicas. Hay los países donde no tienes que pasar ningún examen (Escandinavia) y navegar sin limitaciones. Al fin todo que se cuenta es la RESPONSABILIDAD. Poco a poco puedes aprender como navegar. Buena crianza de tu casa y de tus padres sobre la responsabilidad diaria esta la que es mas importante.